30/4/08

Todo un personaje: Billy Mitchel "The hight score gamer".

Buscando por la red nos hemos encontrado con la historia de Billy Mitchell, uno de los más curiosos “personajes” y por que no decirlo posiblemente el tío más friki que hayamos visto en mucho tiempo. Lo que estamos seguros es que su vida no os dejara indeferentes.

En 1999 nuestro amigo Billy Mitchell fue proclamado Videogame player of the Century. Invitado por Namco, voló a Japón para participar en “Tokyo Game Show” como estrella absoluta del evento. Allí, aparte del reconocimiento y los agasajos, Billy tuvo el honor de conocer a Toru Iwatani y al resto de programadores que crearon Pac-Man, el juego que llevo a nuestro protagonista al olimpo de los hardcore gamers. Para aproximarnos un poco a la personalidad de Billy, utilizare una frase textual suya, extraida de una entrevista reciente: “La gente dirá, 'Como eres, crees que sabes mas que el tio que creo el juego,'. Yo digo, 'Sé más que él. Él me lo dijo.’"


Ojo al percal!




Pero empezare por el principio, su historia no comenzó ni mucho menos ayer, por que como habréis adivinado (seguramente por la foto, durisima todo hay que decirlo), nuestro protagonista es fruto de los agitados años ochenta. Billy ya se dio cuenta a los dieciséis, que la gente se agolpaba alrededor de las maquinas recreativas cual quinceañera al ver a Hugo Silva (apravecho para decir aquí, lo mal que nos cae este “actorazo”). Movido por la fama que otorgaban los highscores, terminó grabando su nombre en el libro Guinness para nada menos que Pac-Man, Ms. Pac-Man, Donkey Kong, Donkey Kong, Jr., Centipede, y Burger Time como autor de las mayores puntuaciones jamás registradas. El nivel era altísimo, y las imposibles partidas se extendían a lo largo de horas, incluso días, poniendo a prueba la resistencia física y mental de los participantes, pero Billy siempre estaba por encima de todos ellos. Se convirtió a su vez en el validador oficial de records para Twin Galaxies, logrando identificar a todos los que intentaban atribuirse records imposibles (hay que dejar claro que para Billy, cualquier record era imposible, si se trataba de una puntuación mas alta que la suya). Con unas cuantas preguntas sobre el comportamiento de los fantasmas a partir del nivel veintiuno, era capaz de desenmascarar al farsante, revalidando al mismo tiempo sus propios records.




Pero todo tiene su fin, y las recreativas en las que el único interés residía en acumular puntos, dieron lugar a otro tipo de juegos con objetivos definidos e incluso, un final. Los videojuegos cambiaron y se hicieron más sofisticados. El tiempo y la gloria pasaron para el pobre Billy, satisfecho al saber de que nadie podría llegar a batirlo. Sin embargo, todo pareció tambalearse al llegar 1998. El periodo que Billy pasó alejado de los laberintos de Pac-Man, fue aprovechado por sus seguidores para imitarle, hasta el punto de poner en riesgo los logros conseguidos, hacía más de una década. Tras conocer que un par de canadienses estaban a punto de lograr La Partida Perfecta, tuvo que ponerse manos a la obra para lograrlo antes que ellos. Arañándole tiempo a las jornadas, llevo a cabo unos seis meses de entrenamiento. Tras un par de intentos fallidos, finalmente el logro tuvo lugar en New Hampshire, el 3 de Julio de 1999 (bien por Billy!). La Partida Perfecta: 3.333.360 puntos. Lo primero que le oyeron decir los fans y los medios decomunicación allí reunidos fue: "Ya no tendré que volver a jugar otra vez a este maldito juego".





Pero la leyenda de Billy Mitchell no es más que la punta de un iceberg lleno de freaks, dispuestos a encerrarse horas a oscuras con el arcade en cuestión para llegar a batir un record. Tanto Billy como un buen puñado de nerds del high score fueron retratados en el reciente documental Chasing Ghosts: Beyond the Arcade, en el que se muestran las competiciones que tenian lugar en Twin Galaxies y la maña que se daba esta panda en los ochenta. ¿Superación personal u obsesión malsana?, personalmente nos quedamos con los segundo).





La apariencia de nuestro heroe no puede dejar indiferente de ningún modo. Las distintas fotos que acompañan este artículo, demuestran que es tan sutil en sus declaraciones como en el atuendo. Quiza sea casual, pero el estilo que ha elegido le permite ser reconocido a distancia sin problemas. Un porte clasico, una barba cuidadosamente perfilada, y una “elegante” corbata con la bandera americana son sus señas de identidad. De esa guisa se pasea por los USA promocionando sus cuatro variedades de salsa y atendiendo a convenciones de retro gamers. A pesar de que nos pueda llamar la atención su imagen, el proclama la perfección como su leiv motiv vital. "Todavia mantengo lo que yo he llamado ‘obsesión controlada’"- explica- " Ahora lo aplico a la familia y a los negocios. Estoy obsesionado con ser el mejor. Voy a seguir siendo el mejor, salvo que ahora se trata de ser el mejor marido, el mejor padre, el mejor hombre de negocios…".

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